Muy pocas mujeres saben que usar demasiado acondicionador no es bueno. Un uso abusivo hace que el cabello se vuelva más pesado, haciéndole perder todo su volumen. Basta con ponerse una cantidad que equivalga al tamaño de una nuez para que el cabello se vea brillante tras el uso de un acondicionador. Por otro lado, es muy recomendable lavar cada día el cabello con agua tibia. El agua caliente es muy agresiva con el cabello y hace que se vea apagado. Atención: después del lavado, el cabello húmedo es más frágil, por eso hay que secarlo delicadamente con una toalla.
Otra costumbre que hay cambiar: peinar el cabello mojado con demasiada intensidad. ¡Lo más probable es que lo partas! Lo mejor es que te peines en la ducha con un peine de púas largas. A la hora de secarte el pelo es importante que sepas que siempre conseguirás más brillo y suavidad si utilizas un cepillo redondo. Deslizar un cepillo de cerdas naturales por el cabello desde las raíces hasta las puntas es muy delicado con el cabello y proporciona muy buenos resultados.
Los acondicionadores para cabello brillante pueden compensar las agresiones cotidianas del día a día. Para que estos productos de cuidado sean efectivos han de ser adecuados a tu tipo de cabello así como al resultado que esperas obtener. Si escoges tus productos de este modo, tienes todo a tu favor para conseguir un cabello lleno de vida. El cabello necesita estar sano para estar brillante, y, cada vez más, los acondicionadores y champús pueden ayudarte a conseguirlo.
Pero en materia de brillo, el cuidado no lo hace todo. Ciertos alimentos como los cereales, la carne, el pescado, las espinacas o las zanahorias, son excelentes para el cabello. Contienen mucha vitamina C, E y A, ¡reforzarán y protegerán tu cabello!